martes, 27 de mayo de 2008

Se jubila la maestra de un maestro

martes, 27 de mayo de 2008

La primera vez que tuve que dar clase fue en un instituto de Vilafranca del Penedès. El primer día de trabajo observé horrorizado que no sabía comunicarme con mis alumnos, ¿como les debía hablar? No sabía cual era mi papel ante aquelos niños de primero y segundo de la ESO.

Reconozco que conocí el terror absoluto en forma de algo grande, algo que me quedaba, de momento, realmente grande. Y tenía que pasar el curso entero –aunque a media jornada- con ellos!

Intenté, en un primer momento, basarme en aquellas interminables clases de Didáctica, en aquellos consejos de Vigotsky, Rousseau o el constructivismo, con aquellos supestos teoricos redactados con frases ambiguas. Evidentemente estas teorías servirían unicamente como alimento voraz del aburrimiento más profundo o pasto de algun examen de opos en el que no dominaba el tema y acabé filosofando hasta que mi cerebro se convirtió en una masa incolora hecha de desechos de los teóricos más odiados. Aquellos kilos de fotocopias mal aprendidos no me sirvieron de nada ante aquellos niños.

Busqué en las largas noches de insomnio de hace ahora cuatro años, una respuesta a mi falta de experiencia y recorde con una extraña claridad nocturna algunas tardes de abril al abrigo de voces conocidas, y como éstas nos hicieron comprender los misterios de las pequeñas cosas que nos abrirían en unos años un gran mundo de par en par. Se integraron en nosotros con la fuerza única de las cosas aprendidas con pasión, desde el corazón.

Entonces vi, como única solución, la imagen de mis maestros más queridos: Araceli, Pau, Josep, Juan Antonio, Rosa, Mª Angeles, Elías, Jesús, Neus y Amparo. Como en una antigua grabación en video a la que le faltan algunas partes vi a Amparo explicandonos a unos niños de sexto la reproduccion sexual (recuierdo casi la totalidad de sus palabras. Supongo que el tema me interesó!) y cómo su mensaje nos llegaba a los treinta y un niños que eramos en clase.

Comprendi que ser maestro es un trabajo que nunca cae en saco roto porque todos guardamos trocitos de nuestros profesores, y a veces con estupor me doy cuenta, en algunas de mis poses y actitudes ante los niños que tengo trocitos de todos ellos y en especial de Amparo que era el punto intermedio entre la solidez de su gesto y el cariño de una maestra de verdad. Única.

Un abrazo


Israel

El porqué de por que todo junto se escribe separado y separado todo junto

Últimamente estoy un poco pirado. Reconozco que para quién me conozca esto no será una novedad pero es que siento que mi edad física (27) no se corresponde con la mental.
Me da la sensación que, de repente, acabé la facultad y entre en una rueda que no para y que podría acabar en hijos, bodas, nietos y bla, bla, bla...
¿Donde se han ido mis cosas? ¿Donde se han escondido aquellos sueños? He perdido pájaros en la cabeza pero he ganado preocupaciones, responsabidades y algo más de sueldo.En mi caso aún sigo intentando hacer realidad algunos de ellos aunque a veces conseguir unos me cierran las puertas para otros. Y como un niño que se aburre de juguetes viejos me gustaria intentar otros nuevos, ¿pero como se hace? No puedes derrumbar una torre de 10 plantas así como así.
Recuerdo un cuento de Borges llamado "el campo de senderos que se bifurcan" (o algo así) en el que se aludia a esto, como escoger una opcion limita tu siguiente elección. Un autentico rollo.
Porque elegir chino o italiano. Me quedaria a comer en los dos restaurantes y el que me guste pues ése elijo. Es muy complicado.
Por suerte, mis ultimas aventuras en artes marciales y cosas asi me han llevado a creer en el karma, y en que todo pasa por o para algo. Así que confio en que una simple llamada de movil o un encuentro inesperado giren mi vida y me lleven a conseguir todos los sueños que habia dejado atrás. Una especie de salida de emergencia. ¿No sería perfecto?

Ala! Prometo escribir algo más ligero la próxima vez

besotes

Aquellos maravillosos años: el Mortadelo




Hola amiguitos y amiguitas. Al estilo más puro de los poetas renacentistas escribo aquí un magnífico UBI SUNT. Hace mucho tiempo, cuando aquí el que escribe era solo un niño cabezón y el embrión del freak que ahora soy, existía una publicación pseudo-infantil que representaba la buena salud que el cómic español tenía en aquel momento: el MORTADELO. No hablo de los álbumes del famosísimo personaje de Ibáñez, sinó de una revista de “tebeos” que, incluyendo las historias de este personaje, incluía lo más mítico de la historia del cómic en españa.

Hagamos un poco de historia, en los años 50 y 60 existían muchas revistas de tiras cómicas como la mítica TBO, y los tebeos de la mítica editorial Bruguera como el capitán Trueno, el Jabato, Pulgarcito o TíoVivo. Pero la que más triunfó fué Mortadelo, con los personajes de Ibañez a la cabeza. El número 0 de la revista mortadelo se regaló con la revista Tío Vivo el 23 de noviembre de 1970. Lo novedoso de la revista era que, en contra de lo hecho hasta el momento, en la portada no se encontraba la típica historieta, sinó que el propio ibañez retorcía este elemento para hacerlo más atractivo jugando con los ángulos e incluso haciendo siempre un chiste con la letra O del título de la revista. En los 626 números de la revista sólo faltaron portadas de este tipo en los números 100 y 200 (especiales).

Recuerdo perfectamente una de las promociones de la revista en la que podías coleccionar “Mortadelos” –unos billetes con la efigie del personaje- con los que podías conseguir revistas o premios.

Viendo el éxito, la editorial Bruguera creó revistas similares como la Super Mortadelo, o el mítico también Zipi y Zape cuyo número cero se entregó como regalo en el Mortadelo nº 85.

La primera etapa acabó en el número 645 (1983) donde se unieron la revista Mortadelo y Super Mortadelo bajo el único nombre de la primera tomando la numeración de la segunda. En esta etapa se fué Ibañez de Bruguera hasta que en 1986 la editorial Bruguera quebró.

El primer director de la revista fue Vicente Palomares, posteriormente sustituido por Jordi Bayona, que seguía al frente de la publicación cuando se cerró la primera etapa y comenzó la segunda. Armando Matías Guiu le sucedió en los últimos tiempos de Bruguera, hasta la quiebra definitiva del gigante editorial.

Fué ya en 1987 cuando Ediciones B se hizo cargo del fondo de Bruguera volviendo las revistas Mortadelo y Super Mortadelo que cerraron en los primeros 90. Ibañez seguiría publicando sus historias en álbumes monográficos.

Como autores míticos que llenaron sus páginas podemos encontrar:

  • José Escobar, con sus míticos Zipi y Zape (que derivaron en una revista propia).

  • El increible –mi preferido- Manuel Vazquez, con Anacleto agente secreto, La abuelita Paz, Ángel Siseñor o varias historias buenísimas con él mismo como protagonista.

  • Raf (Juan Rafart Roldán) con Sir Tim O’theo.

  • Roberto Segura, con La panda.

  • Jaume Rovira, con Segis y Olivio.

  • Goscinny-Uderzo con Asterix.

  • Charlier-Chiraud con el Teniente Blueberry.

  • Jan con su magnífico Superlópez.

  • Juan Carlos Ramis con Sporty –compartiendo con Cera al personaje Mafrune-.1

  • Cera con Pafman.

  • Martz-Schdmith con Deliranta Rococó.


A todos estos autores y a sus creaciones, y a los que no recuerdo ahora mismo muchas gracias. Muchas gracias por demostrar que el cómic es algo más que una cosa de niños y que es un arte magnífico del cual nuestro país tenía el mayor ejemplo de profesionalidad y genialidad. Rara vez volveremos a ver una época tan esplendorosa del cómic nacional y en el que la gente los comprara...

VIVA EL TEBEO!




Las leyendas urbanas. ¿Quien se las inventa?




Pos resulta que hay una leyenda urbana sobre el final de DORAEMON que dice que en realidad Nobita es un niño paralítico con muchos problemas y siempre sueña con un gato azul que le los soluciona. Os digo la verdad. Cuando me lo contaron me traumaticé. Por que según esto Nobita es un niño que no tiene ni amigos ni nada, ya que todos los capítulos de la serie los ha soñado, por lo tanto ni Doraemon, ni Suneo, ni Giant, ni Sizuka existen... Muy duro para mí que considero a Doraemon como un auténtico icono pseudoreligioso. Mi dios es Doraemon, ¿que pasa?

Pues después de investigar durante unos meses -llamé incluso a luk internacional-, deciros amigos míos, que esta leyenda urbana es FALSA ya que DORAEMON señores, es una serie no lineal, sin principio ni final... ¿Acaso Shin chan tiene principio o final? Pues no, simplemente son pequeñas historietas cortas autoconclusivas.

Hay una segunda leyenda urbana sobre el final de la serie que dice que a Doraemon se le acaban las pilas y se le borra la memoria. Esta también es falsa y junto con la otra provocaron en su momento mucho revuelo para que incluso los responsables de la productora de la serie saliera para desmentirlo.

Pues en la serie televisiva no hay NINGÚN final, ya que el pobre del autor murió antes de poder ni siquiera pensar en uno. En la versión manga realmente hubo tres “capítulos finales”:

  1. En el número de marzo de 1971 de la revista Shogaku 4-nensei(*) se publicó un primer final de Doraemon en el que el gato explicaba que los viajeros del futuro como él estaban causando muchos problemas, ya que estaban modificando el tiempo y todo eso, así que los viajes en el tiempo estaban siendo eliminados, por lo que él debía volver al futuro. Doraemon se despide de Nobita y vuelve al futuro.

  2. En el número de marzo de 1972 de la revista Shogaku 4-nensei (sí, la misma de antes, era la revista en la que se publicaban las aventuras de Doraemon), Doraemon tiene que volver al futuro, pero sabe que Nobita no le dejará ir. Así que se inventa que tiene un problema mecánico y que tiene que volver al futuro para repararlo, de este modo Nobita lo dejará marchar. Nobita pica el anzuelo y le promete que esperará por él hasta que esté bien. Doraemon comprende que Nobita está ya preparado para separarse de él definitivamente, así que le cuenta la verdad y Nobita lo comprende y lo acepta. Así Doraemon vuelve al futuro y se separa para siempre de Nobita.

  3. El tercer final apareció al año siguiente en la misma revista (marzo de 1973). Se supone que este capítulo final planeado por los creadores de Nobita y Doraemon estaba pensado para ser el final de la serie de TV, ya que por entonces sus creadores estaban demasiado ocupados con otras creaciones y los ratings televisivos tampoco eran excesivamente buenos. Sin embargo, finalmente Doraemon volvió en el siguiente número de la revista.
    En este último episodio, Nobita regresa a casa llorando como siempre porque Gigante le ha pegado. Doraemon le explica que tiene que volver al futuro. Nobita intenta que Doraemon se quede a su lado, pero tras hablarlo con el gato y con sus padres, por fin deja a un lado sus caprichos y acepta la marcha de su amigo. Ambos dan un último paseo por el parque. En un momento dado, Nobita está sólo y se vuelve a encontrar con Gigante. Se vuelve a pelear con él, pero Nobita esta vez no se achanta fácilmente, lucha y lucha contra gigante, porque sabe que es lo que Doraemon querría que hiciese. Finalmente, Gigante le deja ganar la pelea pero Nobita queda hecho una piltrafa. Doraemon lo recoge y lo lleva a casa. Una vez en casa, Nobita duerme tranquilamente cuando Doraemon, tras pensárselo un poco, vuelve al futuro y lo deja descansar tranquilamente.”

Pos ahí teneis la verdad, y no me deis estos sustos.

Pos eso, que podeis escupir en mi coche, meteros con mi familia, pero a Doraemon ni tocarlo, no inventaros tonterias, que un poco más y me da algo! Que viva Doraemon