Hola amiguitos y amiguitas. Al estilo más puro de los poetas renacentistas escribo aquí un magnífico UBI SUNT. Hace mucho tiempo, cuando aquí el que escribe era solo un niño cabezón y el embrión del freak que ahora soy, existía una publicación pseudo-infantil que representaba la buena salud que el cómic español tenía en aquel momento: el MORTADELO. No hablo de los álbumes del famosísimo personaje de Ibáñez, sinó de una revista de “tebeos” que, incluyendo las historias de este personaje, incluía lo más mítico de la historia del cómic en españa.
Hagamos un poco de historia, en los años 50 y 60 existían muchas revistas de tiras cómicas como la mítica TBO, y los tebeos de la mítica editorial Bruguera como el capitán Trueno, el Jabato, Pulgarcito o TíoVivo. Pero la que más triunfó fué Mortadelo, con los personajes de Ibañez a la cabeza. El número 0 de la revista mortadelo se regaló con la revista Tío Vivo el 23 de noviembre de 1970. Lo novedoso de la revista era que, en contra de lo hecho hasta el momento, en la portada no se encontraba la típica historieta, sinó que el propio ibañez retorcía este elemento para hacerlo más atractivo jugando con los ángulos e incluso haciendo siempre un chiste con la letra O del título de la revista. En los 626 números de la revista sólo faltaron portadas de este tipo en los números 100 y 200 (especiales).
Recuerdo perfectamente una de las promociones de la revista en la que podías coleccionar “Mortadelos” –unos billetes con la efigie del personaje- con los que podías conseguir revistas o premios.
Viendo el éxito, la editorial Bruguera creó revistas similares como la Super Mortadelo, o el mítico también Zipi y Zape cuyo número cero se entregó como regalo en el Mortadelo nº 85.
La primera etapa acabó en el número 645 (1983) donde se unieron la revista Mortadelo y Super Mortadelo bajo el único nombre de la primera tomando la numeración de la segunda. En esta etapa se fué Ibañez de Bruguera hasta que en 1986 la editorial Bruguera quebró.
El primer director de la revista fue Vicente Palomares, posteriormente sustituido por Jordi Bayona, que seguía al frente de la publicación cuando se cerró la primera etapa y comenzó la segunda. Armando Matías Guiu le sucedió en los últimos tiempos de Bruguera, hasta la quiebra definitiva del gigante editorial.
Fué ya en 1987 cuando Ediciones B se hizo cargo del fondo de Bruguera volviendo las revistas Mortadelo y Super Mortadelo que cerraron en los primeros 90. Ibañez seguiría publicando sus historias en álbumes monográficos.
Como autores míticos que llenaron sus páginas podemos encontrar:
José Escobar, con sus míticos Zipi y Zape (que derivaron en una revista propia).
El increible –mi preferido- Manuel Vazquez, con Anacleto agente secreto, La abuelita Paz, Ángel Siseñor o varias historias buenísimas con él mismo como protagonista.
Raf (Juan Rafart Roldán) con Sir Tim O’theo.
Roberto Segura, con La panda.
Jaume Rovira, con Segis y Olivio.
Goscinny-Uderzo con Asterix.
Charlier-Chiraud con el Teniente Blueberry.
Jan con su magnífico Superlópez.
Juan Carlos Ramis con Sporty –compartiendo con Cera al personaje Mafrune-.1
Cera con Pafman.
Martz-Schdmith con Deliranta Rococó.
A todos estos autores y a sus creaciones, y a los que no recuerdo ahora mismo muchas gracias. Muchas gracias por demostrar que el cómic es algo más que una cosa de niños y que es un arte magnífico del cual nuestro país tenía el mayor ejemplo de profesionalidad y genialidad. Rara vez volveremos a ver una época tan esplendorosa del cómic nacional y en el que la gente los comprara...
VIVA EL TEBEO!
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